El otro día comentando con un compañero de trabajo sobre Google Maps y la publicidad de Google Ads sobre todo lo que conoce Google sobre nosotros, nos dio por echar un vistazo en la red sobre nuestra propia reputación online y nos echamos a temblar.

En mi caso vi fotografías de momentos «en público» que desconocía, páginas que tienen información sobre mi, y ya si entras en el historial de tu cuenta de Google, los datos que tienen de nosotros son alucinantes.

¿Qué es el Egosurfing?

Pues bien, lo que acabamos de comentaros: «googlearnos» es lo que es conocido como Egosurfing. Otra definición que podemos ver es:

El neologismo Egosurfing designa, en jerga de internet, la práctica de buscar el propio nombre en bases de datos, medios escritos, Internet y otros documentos​ para comprobar la cantidad de información acumulada.

Al final del artículo os vamos a dejar una infografía de Background Check bastante completa que seguro que os resulta interesante y podéis ver todos los puntos y aspectos clave de nuestra huella digital en Internet.

Ya sabemos todos los beneficios de estar conectados y tener acceso a casi cualquier tipo de información a golpe de clic. Pero también tenemos que tener claro que si nosotros podemos acceder a la información de casi cualquier persona, esas personas también podrán acceder a cualquier información nuestra (y eso sin entrar en asuntos un poco más «turbios» que puede existir en la Deep Web. ¡Eso mejor ni nombrarlo!).

Si no controlamos bien la información que dejamos sobre nosotros mismos en redes sociales, en lugares que hemos visitado o introducido nuestros datos, es posible que la palabra privacidad, pase a un segundo plano porque podemos llegar a perderla del todo.

¿Dónde dejo mi información?

Muchos de nosotros inconscientemente (o simplemente por el mero hecho de ahorrar tiempo y que estamos hartos de esas Cookies, esa LOPD tan pesada y que nos aburre) dejamos los datos y nos registramos en la mayoría de sitios sin leer ni las políticas de privacidad, ni los avisos legales e incluso ni para qué van a utilizar los datos que hemos incluido en el propio registro.

El problema no suele estar (dependiendo de mucha gente que hay veces que hace publicaciones en redes sociales o comentarios fuera de lugar que pueden acarrear problemas en el trabajo o personales) en lo que hacemos. El problema viene cuando hemos tenido una crisis de reputación online por culpa de un tercero.

Casi todo queda registrado en la red hoy día y conozco a personales de recursos humanos que tienen órdenes de sus superiores de investigar qué se publica, qué se menciona o incluso a quién sigue esa persona en las redes sociales. Debemos de cuidarnos muy mucho de publicar y qué tener abierto.

Muchos expertos en redes sociales y marketing online sostienen que no está de más tener dos perfiles: uno para tu vida personal en la que solamente tengas a un círculo de amistad o conocidos que no tengan relación con tu mundo laboral, y uno para tu trabajo.

Infografía Egosurfing